Os voy a contar lo que me sucedió las navidades pasadas, cuando unos días antes de navidad me encontré con un extraterrestre de unos 5 años estaba perdido y asustado, yo al verle quedé tan asustado como él.
Al principio salí corriendo, estuve corriendo sin rumbo fijo durante 15 minutos, cuando me di cuenta estaba perdido en un lugar donde jamás había estado antes, mi gran sorpresa fue al darme cuenta que el pequeño extraterrestre me había seguido, allí estábamos los 2 asustados y perdidos.
En aquel lugar, el cual tengo que decir que era verdaderamente extraño, pasamos un par de días, después de este tiempo nos hicimos amigos. Al principio era un poco difícil entenderle, pero poco a poco mediante gestos y dibujos nos acabamos entendiendo.
Alli estábamos los dos en plenas navidades perdidos y sin saber que hacer. Decidimos buscar algún lugar donde celebrar las navidades, anduvimos en busca de algún pueblo o alguna aldea pequeña y cual fue mi sorpresa que cerca de donde estábamos encontramos a los padres de mi nuevo amigo extraterrestre. Allí me quedé con ellos celebrando las navidades en una pequeña cueva donde ellos estaban viviendo desde hacía unos meses, cuando habían decidido venir a la tierra para ver como vivíamos los humanos.
Nos disponíamos a preparar la cena de navidad y vi que ellos tenían unas costumbres un tanto extrañas, pues para cenar había pochuelos una especie de escarabajos, para beber eclipse lo cual sabía como a agua con naranja, tengo que reconocer que todo estaba bastante bueno. Ellos no hacen regalos ni tienen niño jesus, ni reyes magos, ni nada parecido a todo lo que nosotros conocemos como navidad, simplemente veneran a Jardillo un ratón, el cual es como su rey y nació en estas fechas. Pasé con ellos 10 días celebrando las navidades, después me acompañaron a buscar a mis padres, cuando los hube encontrado nos despedimos y ellos se marcharon a su planeta.
Tengo que decir que fueron unas navidades maravillosas y que estos años los echaré de menos.
Rafael L. Alumno de 5º